sábado, 5 de febrero de 2011

Aprovechar las Oportunidades

Un hombre se sentó en una estación del subte en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.

Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando un instrumento. Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.

Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino. Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el pequeño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó dando vuelta su cabeza para mirar al artista.

Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha. En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.

Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez en un violín tasado en 3.5 millones de dólares.

Dos días antes de su "actuación" en el subte de Washington, Bell llenó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.


Muchas veces nos pasa lo mismo con Dios, teniendo la oportunidad de la gracia la cual él nos regaló a través de Cristo, sin que nos cueste un centavo la desaprovechamos, siendo que en otros tiempos la salvación era muy difícil y casi imposible, era mucho más costosa.
Aprovecha que Dios quiere obrar en tu vida y acepta a Jesús en tu corazón ahora que estás a tiempo y cambiará totalmente tu manera de vivir, tendrás felicidad plena y verdadera.